Cómo se sintió ella cuando este domingo que pasó por fin llegaba a su fin. Y es que el último día de la semana es de por sí aburrido, tedioso e interminable; pero en particular, para ella había sido totalmente bonito y demasiado fugaz, como si Dios hubiese declarado que porque todo andaba bien ese día, lo iba a acortar por lo menos en diez horas, menos las ocho horas que ella dormía siempre, este día solo duró para ella seis horas, que por lo de cuando algo es bonito dura menos, estas seis horas parecieron dos.
Y es que fue ayer cuando ella conoció al amor de su vida, al menos eso me dijo cuando vino a verme totalmente descontrolada y me contó que había pasado los momentos más maravillosos de toda su existencia junto a él. Yo solo la pude abrazar, diciéndole que estaba muy contento por ella, y que esperaba que sea feliz, aunque el que iba a ser totalmente infeliz para siempre era yo, porque cada segundo que sentía su cuerpo junto al mío en ese abrazo que era el último que le daba, me moría por dentro al no poderle confesar cuanto la amaba. Pero que más da, para mí todos los domingos son iguales, aburridos, tediosos e interminables, pero el de ayer a parte de eso fue sobre todo incomprensible y totalmente sufrible.
Y es que fue ayer cuando ella conoció al amor de su vida, al menos eso me dijo cuando vino a verme totalmente descontrolada y me contó que había pasado los momentos más maravillosos de toda su existencia junto a él. Yo solo la pude abrazar, diciéndole que estaba muy contento por ella, y que esperaba que sea feliz, aunque el que iba a ser totalmente infeliz para siempre era yo, porque cada segundo que sentía su cuerpo junto al mío en ese abrazo que era el último que le daba, me moría por dentro al no poderle confesar cuanto la amaba. Pero que más da, para mí todos los domingos son iguales, aburridos, tediosos e interminables, pero el de ayer a parte de eso fue sobre todo incomprensible y totalmente sufrible.
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