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Estudiante de Comunicaciones y casi Ingeniero de Sistemas. Los placeres que me producen orgasmos son: la música, la lectura, y la fotografía. Declarado hace varios años como un aspirante a NADA.

miércoles, 30 de enero de 2008

VENTANA

Mientras yo sigo aquí esperando,
afuera todo sucede...
y yo sólo lo puedo observar
através de esta ventana.

domingo, 27 de enero de 2008

ALCOHOL

Por qué siempre que me emborracho
Tengo que pensar en ti,
y llamarte.

Supongo que llegará el día
En que decida no tomar,
Sólo para no hacerme daño.

O pensándolo bien, llegará el día
En que sin tomar te tenga que llamar…
Para que vengas a sacarme de esta soledad.

miércoles, 23 de enero de 2008

LA FLACA

Iba caminando por la calle cuando la vi. Por Dios, que piernas, que culito, que perfil, estoy seguro que si el arrecho de Genaro estaba conmigo ya me hubiese dicho: “puta mujer, yo esa huevona la destrozo…riquísimo”.
Sin pensarlo crucé la calle y la abordé. En una me hice el gil y le dije que yo la conocía pero no sabía bien de donde. Ella me miró medio asustada y me dijo que tal vez me equivocaba, yo ni cagando me iba a quedar y le dije que tal vez no la conocía pero que me gustaría conocerla. Me observó detenidamente, tal vez cruzó por su cabeza que no sería mala idea pero desistió y puso como excusa que estaba apurada y que iba a llegar tarde a su chamba. Puta madre, pensé, esta huevona me quiere descolar. Pero ni cagando me iba a quedar así, esas piernas tenían que ser mías.

“Chupa p’ mierda”, de regreso a la realidad el cabro de Genaro me pasaba la botella de chela que estábamos tomando en la esquina de siempre, mientras mirábamos a la flaca más rica que puedas imaginar pasando con unas piernas, un culito y un perfil de los más buenos. Miré a Genaro, y antes de que me diga su frase de mierda tomé la chela lo antes posible para seguir imaginando que esas piernas tenían que ser mías.

domingo, 20 de enero de 2008

ESTÁ EL ÁRBOL

Está el sexo que se hizo amor, que se hizo unión, que se hizo hombre que sin pedirlo llegó al mundo para cambiar el destino y la vida de los que un día se amaron, estoy seguro que para bien.
Está el miedo que se hizo valor, que se hizo amor, que se hizo unión, que se hizo felicidad para poder vivirla y sentirla hasta que termine.
Está la cámara de fotos que se hizo fotografía, que se hizo instante, que se hizo eterna para que perdure mucho más allá de lo que nuestra memoria pueda permitirlo.
Está el Che Guevara que se hizo fuerza, que se hizo ilusión, que se hizo moda, que se hizo utopía para los que todavía necesitamos soñar.
Está el cuarto oscuro que se hizo penumbra, que se hizo rayo de luz, que se hizo victoria al momento de vencerlo y poder entrar en él sin sentir ese miedo que no me dejaba avanzar.
Está el Jaco que se hizo hermano, que se hizo maestro, que se hizo amigo, que se hizo consejero, que se hizo ejemplo de alguien que siempre estará aquí para decirme por donde debo seguir.
Está el árbol que se hizo madera, que se hizo mesa, que se hizo soporte, que se hizo unión, que se hizo amor todos los días.
Está Bob Dylan que se hizo camino, que se hizo poeta, que se hizo profeta, que se hizo influencia, que se hizo ídolo, que se hizo ejemplo para sentir que Aún no ha oscurecido, y hacer que mi sentido de la humanidad se haya ido por el desagüe.
Está la casa grande que se hizo vida, que se hizo amor, que se hizo unión de personas que me hicieron y me hacen feliz, aunque el dinero les importe mucho más que a mí. Eso no importa, al final lo único que importa son los momentos felices.
Está la gordita Jenny, que se hizo amiga, que se hizo hermana, que se hizo comprensión, que se hizo consejera justo en esos momentos en que el mundo se me venía abajo y me daba fuerzas para levantarme y seguir.
Está la muerte que se hizo dolor, que se hizo tristeza, que se hizo nostalgia, que se hizo recuerdo para que lo podamos sentir como si fuera presente que nos da fuerza cada día para seguir caminando.
Está la piedra que se hizo patio, que se hizo juego, que se hizo entrega, que se hizo amistad, que se hizo cofradía que siempre estará unida sin que importe ni el tiempo, ni la distancia, ni las mujeres.
Está Gonzáles Iñárritu que se hizo expresión, que se hizo genialidad, que se hizo realidad que todos vivimos eternamente en nuestras pequeñas existencias.
Está la inteligencia que se hizo tecnología, que se hizo computadora, que se hizo Chat, que se hizo comunicación con gente que a veces parece estar más cerca de lo que realmente está, y con gente que está más lejos de lo que realmente está.
Está Bryce que se hizo sueño, que se hizo envidia, que se hizo maestro, que se hizo sonrisa, que se hizo amigo para hacerme entender el verdadero valor de la amistad…aunque a veces joda.
Está el alcohol que se hizo sentidos, que se hizo euforia, que se hizo sinceridad, que se hizo felicidad en esos momentos en los que realmente uno desea vivir para siempre.
Está la guitarra que se hizo expresión, que se hizo canción, que se hizo sentimiento, que se hizo identificación de lo que muchas veces sentimos y otros están ahí para expresarlo.
Está el Molino que se hizo inmensidad, que se hizo cielo, que se hizo felicidad, que se hizo calma, que se hizo silencio, que se hizo soledad para aceptarme como soy y aprender a estar bien conmigo mismo.
Está el amanecer que se hizo “Horizonte”, que se hizo confianza, que se hizo pasión, que se hizo decisión para seguir por el mismo horizonte que ando persiguiendo.
Está “El Queirolo” que se hizo belleza, que se hizo amistad, que se hizo lujuria, que se hizo recuerdos, que se hizo hermandad, que se hizo felicidad en torno a una mesa en una tarde de Agosto que siempre recordaré.
Está tu cuerpo que se hizo deseo, que se hizo calor, que se hizo amor, que se hizo necesidad, que se hizo mi propio ser, que se hizo fusión que siempre nos conectará en nuestro propio cielo...




lunes, 14 de enero de 2008

ACUARELAS


LA PERSISTENCIA DEL TIEMPO

Mientras nosotros seguimos así,
mientras nosotros seguimos aquí.
El tiempo pasa,
y sabemos que nunca nada va a cambiar.

jueves, 10 de enero de 2008

HUMO...o la desintegración de lo malo


COLORES

"Primero los colores.
Luego los humanos.
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas"
La ladrona de libros - Markus Zusak

miércoles, 9 de enero de 2008

EL CONFIADO

Siempre me sucede lo mismo. Es una constante en mi vida: el confiar en la gente.
No tengo ningún problema en contarle mis más profundas intimidades a alguien que considero confiable, no me es difícil confiar en el sujeto que vi en la esquina y necesita un favor, no pienso mucho en creer lo que me dicen los demás.
Pero hay un pequeño detalle en confiar y confiar siempre de todos, el hecho de que me desilusionen. Es tan fuerte el golpe que me dan al darme cuenta de que la persona que yo creía que era no es realmente lo que yo pensaba, sino algo totalmente distinto. La confianza desaparece totalmente en este carnaval de máscaras y caretas.
Pero en este carnaval, si algo he aprendido es a ya no confiar en ciertas personas:
  • No confío en las personas que van a rezar y a darse golpes en el pecho todos los domingos en misa de 6.
  • No confío en las mujeres que hablan demasiadas lisuras.
  • No confío en las personas que te saludan mirando a otro lado.
  • No confío en los que brindan y te dicen ¡Salud! Sin mirarte a los ojos.
  • No confío en los que dan abrazos sin sentirlo, ni en los que en un abrazo te dan dos palmaditas en la espalda.
  • Como Miyashiro no confío en los hombres a los que no les gusta el fútbol.
    No confío en las mujeres que no saben cocinar.
  • No confío en los que te sacan en cara que alguna vez me vieron llorar.
  • No confío en los políticos, en los abogados, en los curas, ni en los militares.
  • No confío en los que tienen dinero y se creen superiores a todos.
  • No confío en las personas con las que todo está bien un día y a la mañana siguiente cambian radicalmente.
  • No confío en los que cambian una buena conversación por un poco de hierba.
  • No confío en las mujeres que tienen cara de “yo no hice nada”
  • No confío en las mujeres que pregonan su virginidad, y entran a los hoteles de paso con la cabeza gacha.
  • No confío en los arribistas y los franeleros.
  • No confío en los amigos virtuales.

Esos son algunos de los sujetos con los que nunca más me quiero cruzar en esta pequeña existencia. Eso sí, espero conocer más gente para confiar y para desencantarme de algunos también… y para de una vez por todas darme cuenta de cómo realmente es este PUTO carnaval.

martes, 8 de enero de 2008

lunes, 7 de enero de 2008

LENTAMENTE

"Quisiera engreirte nuevamente,
quisiera que me engrías sólo una vez más...
pero ambos sabemos que nada volverá a ser igual,
y lentamente todo va a acabar"

SÁBADO


TREMOFOBIA

El frío de la ciudad no pudo contra sus ganas de caminar esa tarde de invierno dónde todo se volvió tan confuso.
La pared amarilla de su habitación reflejaba su estado de ánimo. La ducha de esa mañana duró más de lo usual, presentía que algo estaba pasando. Su vieja fobia a los temblores hizo que después de estar 45 minutos bajo el chorro de agua saliera corriendo a su habitación a cambiarse lo más rápidamente posible. El solo hecho de no poder hacer nada si había un temblor lo aterraba al punto de sentir que todo a su alrededor empezaba a moverse, la angustia que sentía en esos instantes fue lo más parecido a lo que sintió esa tarde.
Una pesadilla que no podía recordar hizo que se despierte de un salto. Quiso continuar con su siesta (esa tarde no tenía nada que hacer)
pero ya no pudo. Al despertar bien escuchó voces detrás de las paredes. Entre ellas murmuraban en una lengua muy extraña. No entendió nada de lo que hablaban, y menos entendió porque las voces venían de ese lugar si su habitación estaba en un tercer piso y la pared de la cual provenían los murmullos daba a la calle.
Miró su reloj, las 2 y 40 de la tarde. Odiaba esa hora porque según él era el momento donde no había nada que hacer.
La tremofobia hizo que otra vez el pánico se apodere de su cuerpo. Sintió que todo empezaba a temblar, la cama, la TV, el viejo toca-cassettes, el rompecabezas que anda armando, absolutamente todo en su habitación empezó a temblar junto con él. Sintió que entraba en un remolino donde todo se movía cada vez más rápido. Y las voces, esas malditas voces empezaron a escucharse cada vez más fuerte.
Cuándo volvió en sí estaba tirado en el suelo de su cuarto. En un arrebato de desesperación había tumbado el rompecabezas, tres días de trabajo se habían desmoronado por toda la habitación. Vio el reloj, habían pasado tres minutos desde la última vez que lo había visto. Tirado en el suelo se le vino a la mente una de las voces. La había escuchado con total claridad. Cogió el celular y la llamó. Ni bien escuchó su voz sabía que algo extraño estaba pasando. Ella le dijo que ya no pasaba nada entre ellos, que si quería se podía ir a la mierda (él y todos sus planes) y luego colgó.
En ese momento realmente quiso que ocurra un temblor para que ella sienta lo que él sentía. Todo ese huracán en ese instante se fue a su alma. Tardó en reponerse unos minutos de esa fuerte sacudida, quiso asimilar que ella nunca había sido real y que todo lo maravilloso se había acabado tan rápido igual a como los temblores acaban con todo.
Antes de salir a caminar por la lluvia en esa fría tarde de invierno recordó la pesadilla. Era el miedo a perderla lo que lo había despertado de ese modo, todo era tan perfecto hasta esa tarde, ahora la pesadilla era real.
Mientras regresaba a su casa, después de dos horas de mojarse como un idiota, sintiendo que el agua lo tranquilizaba lentamente, se acordó de la voz a la que decidió escuchar esta vez.
“Solo siempre estarás mejor”, fue lo que le dijo.

martes, 1 de enero de 2008

FELIZ AÑO NUEVO

Que puede tener de feliz un día de lo más normal para mí. Aunque pensándolo bien no es un día tan normal, es un día muy especial para que yo me sienta mal.
Nunca quiero que llegue el 31 de diciembre porque al hacer un recuento de lo que hice en el año me doy cuenta de que sigo siendo el mismo pobre huevón de siempre que nunca tuvo un logro significativo. Odio el año nuevo porque a las 12 de la noche cuando están reventando los cohetones por toda la ciudad y todos los que están conmigo en ese momento buscan a sus enamoradas yo me siento más solo que nunca. Odio el año nuevo porque no le encuentro sentido que contaminen el medio ambiente quemando un muñeco de mierda para borrar lo viejo del año que pasa y empezar de nuevo. Odio el año nuevo porque si bien no creo en las cábalas envidio a los que comen 12 uvas debajo de la mesa, a los que guardan lentejas en su bolsillo para tener dinero todo el año, y a los que dan una vuelta alrededor de su cuadra con una maleta para que puedan viajar. Odio el año nuevo porque la gente cree que de un día para otro su vida va a cambiar para bien y que el año que viene va a ser mucho mejor que el anterior. Odio el año nuevo porque todos se preparan para celebrar un día especial y yo no siento ningún cambio (vamos Dios aunque sea sólo ese día cambia el cielo de color). Odio el año nuevo porque después de haber tomado salgo a caminar por las calles y encuentro la misma pobreza y la misma soledad que siempre me rodea. Pero sobre todo odio el año nuevo porque el 1º de enero siempre necesito hacer algo que me pueda hacer sentir bien, para creer que este año por fin la podré hacer…así como este estúpido post.