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Estudiante de Comunicaciones y casi Ingeniero de Sistemas. Los placeres que me producen orgasmos son: la música, la lectura, y la fotografía. Declarado hace varios años como un aspirante a NADA.

viernes, 29 de junio de 2007

5 SEGUNDOS

Esos pequeños pasos rompieron el silencio que se había instalado en la casa cinco noches atrás.
Esta vez no fue a olisquear su plato, tal vez sabía que no habría comida, total ya llevaba cuatro días esperando a que llegue. En vez de pasar por la cocina, fue a su cuarto, corrió tan de prisa como pudo. Lo quería, lo extrañaba, necesitaba sentirlo cerca. Se subió a la cama y empezó a olfatear, empezaron a caer lágrimas de sus ojos, quién dice que los animales no sienten. Él no se imaginaba que nunca regresaría, sólo quería que le acaricie la cabeza y que en un acto total de amor le rasque la panza mientras él se entregaba lleno de amor…
***

Dos noches sin escuchar su voz eran demasiado. No sabía por qué no contestaba el teléfono, si sólo fue una pequeña discusión. El día anterior había ido a su casa, inútilmente esperó en la puerta una hora mientras escuchaba que adentro el perro aullaba, no le quedó otra que ir a su casa y matarse pensando en cosas malas, en las peores. “Y si le pasó algo, no…ya me hubiese enterado”. “De hecho que se consiguió a otra, por eso andaba tan raro estos últimos días, enojándose por todo.”. Ella no concebía su mundo sin él, intentó llamarlo muchas veces esa noche pero su celular seguía apagado y el maldito teléfono de su casa sólo timbraba. Ella no quería pensar que él nunca regresaría, pero algo le decía que sería así.

***

Esa fría noche de abril él tenía una cita con ella, estaba muy ansioso porque le pediría matrimonio. Cómo siempre, le dejó la comida a su perro antes de salir.
Tomó la ruta más larga, ya que quería ingeniárselas como le pediría que sea su esposa, estaba seguro que ella lo perdonaría, total la noche anterior habían tenido una estúpida discusión, estúpida como las que tienen las parejas que realmente se quieren. Cuando estaba a tres cuadras de la casa de ella, escuchó el fuerte rugido de un carro a gran velocidad, cuándo volteó a mirar ya era muy tarde, el chofer de la vieja camioneta estaba borracho y se había subido a la vereda en la que él estaba. Antes de sentir la muerte, sólo pensó en ella, y pensó que ella cuidaría siempre de su perro.

sábado, 23 de junio de 2007

AMIGO VUELVE A CASA PRONTO


El tiempo y la distancia nos separaron,
pero para mi eso ya no importa.
Puede ser que no comprenda cómo tanto amor
se va perdiendo.
Hoy lo único que quiero es estar contigo y,
simplemente quiero mirarte a los ojos.
No importa cuanto tiempo más demores en llegar…
tú sabes que siempre te esperaré.

miércoles, 13 de junio de 2007

CAMBIOS


Todo afuera se ve tan distinto

Algo cambió, los chicos alegres cambiaron, y

me cambiaron el mundo por esta soledad.

Sólo el cielo es el mismo...es el mismo que

siempre me gustó contemplar en esa fría terraza gris.

SIMPLEMENTE FELIZ

“Todo en la vida tiene solución”. Esa fue sin duda la mejor lección que aprendí en la vida, y estoy seguro que la persona que me la enseño, sabe por que me la dijo un domingo corriendo por el cementerio.

En este momento te debes sentir confundido, tal vez un poco contrariado...vamos, por qué digo un poco, si somos iguales ¡Te debes sentir hasta el culo! Es natural en un ser tan grande como tú, que da siempre todo y recibe tan poco a cambio.

Me cago de risa de felicidad hoy, sabes por qué…porque ya no vas a llegar como huevón pensando en cosas que no son tuyas, y por las que ya no te vas a sacar la mierda.

Mejor te propongo algo, te propongo olvidarte de los problemas que no son tuyos y también te propongo que mandes a la mierda a todo el mundo, al menos mentalmente, y disfrutes al menos por hoy de un día de tranquilidad, …porque tú mejor que nadie sabes que todo en la vida tiene solución.

TRIBULACIONES, LAMENTOS Y OCASO DE UN TONTO...

Escuchando Nerd Kids, hoy me acorde de ti. Y aun que nunca me invitaste a bailar, y yo jamás te presté ninguno de mis discos, tal vez porque tu reputación se podía manchar si te veían con alguien como yo.
Por suerte jamás ostenté nada que no tengo y no imité a nadie por moda. Pero a ti siempre te gustaron esos chicos que andaban como si fueran a grabar un video en MTV, Sí, esos rockeritos de moda que siempre cambiaban de look y de ideología siempre que la situación lo ameritaba.

“Vamos no seas tan mala” te dije alguna vez cuando timbraba el teléfono, sólo quiero ir contigo a pasear. Te quiero enseñar mi último cuento y quiero cantar Sui géneris y pensar que entiendes cuando Charly dice que nunca le gustó la sociedad.

Tal vez hoy es tarde para pensar esto, demasiado tarde tal vez. Tanto tiempo pasó que ya no recuerdo tu número. Me dijeron que te casaste con un empresario de carro y corbata, un sujeto que te ofrecía lo que siempre quisiste. Me cagué de risa cuándo me contaron que el pobre infeliz perdió su trabajo y todo su dinero porque lo encontraron drogado en el baño de su empresa. Me imagino tu cara de asco de niña bien, seguro fue la misma que pusiste cuándo saqué un troncho y quise que fumes conmigo. No, esta cara seguro no fue de asco, sino de dolor. Claro, tú que siempre decías que jamás te fijarías en nadie que sea un drogadicto como yo, mira como es la vida, te equivocaste al escoger a tu príncipe azul…

Estoy seguro que si en este momento te cruzas conmigo por la calle, no me vas a reconocer. Cambié de un día para otro, al menos en apariencia. Dejé todo lo malo atrás, dejé los vicios de chico inmaduro, me conseguí una novia de puta madre, conseguí un buen trabajo, voy una vez al año a USA y siempre me compró la mejor ropa y traigo maletas llenas de regalos para todos, y ahora que estoy terminando de pagar el crédito bancario que saqué para comprarme un carro estoy pensando en casarme.

Pero hay algo que no he podido dejar de hacer, y es el pensar en tus ojos y en esa mirada tuya de la que un día me enamoré…Mejor apago la música porque estoy seguro que estos huevones de Nerd Kids me van a dar ganas de llorar frente al espejo llorando por tu reflejo…Y es que hoy no necesito ser superficial.

domingo, 10 de junio de 2007

SER Y ESTAR

Estoy seguro que por lo menos una vez en tu vida te has preguntado si es que tus padres no se hubiesen conocido, ¿qué hubiese sido de ti?. Es muy simple, tú no serías tú.
Todo empieza hace muchos años, mis abuelos y toda su familia dejaron su querida Bambamarca rumbo a Trujillo, y luego de unos años llegaron a Cajamarca.
¿Si mi abuelo conseguía un buen trabajo en Trujillo? yo sería otro, o tal vez no sería nadie. De lo que estoy seguro es que no estaría hoy escribiendo estas estúpidas líneas.
El hecho es que mis padres se conocieron, hoy no importa cómo…tal vez un segundo, tal vez muchos pensamientos, dudas, miedos, frustraciones, y mucho, muchísimo amor, fueron los desencadenantes para que hoy yo esté aquí.
Y es que estar aquí en este momento tiene que ser producto de algo, casualidad tal vez, destino lo llaman algunos. Y simplemente las cosas pasan porque suceden, como diría uno de mis mejores amigos, que una tarde de agosto nos dejó para enamorarse perdidamente y olvidarse de todo y de todos. Es que la vida es así, uno no sabe por qué es ni por qué está…y mucho menos sabe lo que le va a pasar, hasta que le sucede.

sábado, 9 de junio de 2007

ESCALERA AL CIELO


¿Puedo escapar?
Te quiero conocer, pero no me dejan.
Son los que están atrás, esos que no me dejan verte.

Cuántos metros más tengo que subir
Para poder llegar hasta ti !!!

lunes, 4 de junio de 2007

DOMINGO

Cómo se sintió ella cuando este domingo que pasó por fin llegaba a su fin. Y es que el último día de la semana es de por sí aburrido, tedioso e interminable; pero en particular, para ella había sido totalmente bonito y demasiado fugaz, como si Dios hubiese declarado que porque todo andaba bien ese día, lo iba a acortar por lo menos en diez horas, menos las ocho horas que ella dormía siempre, este día solo duró para ella seis horas, que por lo de cuando algo es bonito dura menos, estas seis horas parecieron dos.
Y es que fue ayer cuando ella conoció al amor de su vida, al menos eso me dijo cuando vino a verme totalmente descontrolada y me contó que había pasado los momentos más maravillosos de toda su existencia junto a él. Yo solo la pude abrazar, diciéndole que estaba muy contento por ella, y que esperaba que sea feliz, aunque el que iba a ser totalmente infeliz para siempre era yo, porque cada segundo que sentía su cuerpo junto al mío en ese abrazo que era el último que le daba, me moría por dentro al no poderle confesar cuanto la amaba. Pero que más da, para mí todos los domingos son iguales, aburridos, tediosos e interminables, pero el de ayer a parte de eso fue sobre todo incomprensible y totalmente sufrible.

13 AÑOS

Cuando todos se fueron, la casa se quedó totalmente sola. Bueno, sólo estaba él. Ni los ruidos extraños le impidieron que suba las viejas y frías escaleras para de una vez por todas liberarse de ese pensamiento que tenía incrustado en la cabeza.
No conocía bien la casa, pero que tan difícil sería llegar hasta el cuarto de su abuela. Cuando por fin atravesó el viejo corredor, con los puños bien cerrados, por lo del miedo a los fantasmas, llegó a la habitación más grande y húmeda en la que había estado alguna vez en su vida.
No sabía por donde empezar, todo estaba tan extraño. Era como si un aire etéreo rodeara el ambiente, y él se sentía tan excitado que no encontraba los movimientos adecuados para empezar a buscar.
Y es que era tan bella, que hasta un cura le hubiese sacado la vuelta a Dios y a su iglesia, por estar un rato con ella. Claro, era su belleza la que lo estaba llevando a hacer eso.
Cuando por fin encontró la llave que abriría el baúl, donde estaba seguro que esa vieja guardaba sus ahorros, respiró mucho más aliviado, porque sabía que en cualquier momento llegaban todos, y se malograba todo su plan.
Con las manos temblándole, no sé si porque iba a robarle al ser que más quería, o porque a más tardar en dos horas cumpliría de una vez por todas el sueño que le quitaba el sueño las últimas tres noches.
Que tal sorpresa se llevó cuando encontró tanto dinero, vieja mezquina pensó al recordar que no le daba ni un centavo, ni siquiera cuando se portaba bien y se sacaba la mierda estudiando en el colegio.
Fueron 30 soles lo que le costó ser hombre y probar esos labios de azúcar que tenía Rosita, la puta más bonita de toda la ciudad.
Doña Francisca, su abuela, jamás imaginó que hizo a su nieto el hombre más feliz del mundo, al menos por esos cinco minutos que duró su primer encuentro con el mundo carnal, cuando despidió a Juana, la empleada por creer que le había robado 30 soles, que seguro esa chola de mierda le iba a dar a su marido, que era un pezuñento mantenido, bueno para nada.

LLÁMAME HOY


Hoy te necesito más que nunca,
esta soledad me va a matar.
No quiero estar solo,
lo único que necesito es escuchar tu voz.

ENTRE EL REALISMO MÁGICO Y LA FANTASÍA REAL

Ayer fue un día diferente…mientras iba caminando rumbo a casa, me iba preguntando lo que quiero. A mis 25, recién descubriendo lo que quiero, me voy dando cuenta que la vida simplemente es entrar y salir.
Entrar a un cuarto, el de tu niñez, salir por una puerta, que te lleva a un cuarto oscuro…entrar a ese patio viejo, en los que dejé el alma de chico soñador e hice los mejores amigos de mi vida…otra vez salir, salir a esas calles llenas de gente.

En la noche, entre a un cuarto extraño, había tanta paz, tantos viejos que se reencontraban para conversar y recordar, el motivo de su reunión no importa, tal vez el dolor puede esperar, lo que importa son los recuerdos (tan ingratos), esos que te pueden llevar a la muerte. (Grande Bryce)

Y yo aquí, dándome cuenta de lo que es la vida, algo tan simple como entrar y salir; yo aquí, sin saber en que cuarto estoy ahora… qué cuarto es el de ayer…qué cuarto es el de mañana, y es que no quiero que Prudencio Aguilar me toque el hombro y me lleve a la confusión total.

Realmente hoy lo único que quiero es ir de la mano contigo, sin importar en que cuarto estemos.

LA IMAGEN AJENA

Con la cámara lista para disparar, esa mañana estaba acudiendo a una cita de lo más extraña. La dirección que le habían dado quedaba en las afueras de la ciudad, además de eso, la mujer con la que había hablado le había hecho un pedido de los más peculiar “lleve unos zapatos blancos”, como hacía días que no había tenido trabajo, no le quedó más remedio que acudir a esa sesión fotográfica vestido como payaso.
Menuda sorpresa se llevó al confirmar que la casa era esa hermosa mansión que tenía al frente, y como si eso no fuera suficiente le abrió una hermosa mujer, tenía que ser una princesa.
Era la cara más angelical que había visto en toda su vida, sus enormes ojos azules eran las puertas del paraíso que mostraban toda su alma, la sonrisa tan tierna que puso al saber que él era el fotógrafo que había contratado su esposo para cumplirle un capricho, simplemente hicieron que su corazón latiera tan fuerte que daba la sensación de que iba a estallar.
Por fin en la casa, ella le estaba explicando que había tenido un sueño, ella estaba sentada en una silla, totalmente desnuda, había una luz que le iluminaba la mitad del cuerpo, además de ella en la habitación que se encontraba, también estaba su esposo que la contemplaba desde una esquina. Ella se levantó totalmente excitada por el sueño, con esa escena inundándole lo más profundo del cerebro, se lo contó al esposo diciéndole que tenía ganas de recordar esa imagen para siempre, es así que poco a poco el joven fotógrafo iba entendiendo el propósito del trabajo que iba a realizar ese día.
Ella lo llevó por un interminable pasadizo hasta una habitación totalmente desierta, a excepción de una vieja silla que estaba ubicada al costado de una gran ventana por la que se filtraban unos grandes rayos de luz. Sin perder tiempo, la joven se despojó de la negra bata que llevaba puesta y fue contorneando sus largas y hermosas piernas, hasta quedar al lado de la silla, a la cual abordó con un gran despliegue de agilidad que le permitió levantar una pierna por encima de la disminuida silla, para apoyarse en el respaldar de ésta, que la recibía en una comunión casi sexual.
El fotógrafo no perdió tiempo, mentalmente hizo un encuadre mientras iba alistando la cámara, moverse sólo un poco a la izquierda y sería la mejor foto que jamás se hubiese imaginado tomar. Después de 20 minutos en los que llegaba al máximo placer cada vez que aplastaba el disparador de la cámara después de colocar a su modelo en la posición que él solicitaba, ella habló: “quiero que tu hagas el papel de mi esposo”, esas palabras casi le taladran la mente, él estaba hipnotizado por tanta belleza que no se pudo negar ante tal pedido. Ella le mostró la posición del esposo en su sueño, además de la expresión de su rostro, algo así como deseando tener a la mujer más bella que hubiese podido dar la naturaleza.
Después de haber preparado la cámara, él corrió a ubicarse en el lugar indicado, mientras corría se fijó en los ridículos zapatos blancos que llevaba puestos, pero que importaba, lo único que importaba era la expresión de deseo que tenía que poner para la foto.
Un segundo antes de que el disparador se active, alguien entró a la habitación dando un trancazo a la puerta. Un iracundo marido no podía creer la escena que estaba viendo, había regresado de la oficina por unos papeles que había dejado en casa y encontraba a su mujer totalmente desnuda mirando a un idiota que tenía un espantoso gusto para vestir, que aparte de eso tenía una cara de depravado sexual, y unos ojos que reflejaban deseo, ese deseo que sólo es producto del sexo.
El joven fotógrafo no entendió porque el esposo se veía tan alterado, y se acercaba a él con un cuchillo en la mano, si supuestamente la esposa le había contado el sueño que quería inmortalizar.
Lo único que atinó a hacer fue correr y esquivar al descontrolado sujeto, agarrar su cámara y salir corriendo de esa casa, no sin antes dar una última mirada a la mujer más bella del mundo.
Dos horas después, con el material fotográfico en sus manos, esbozaba una sonrisa de total satisfacción al darse cuenta que había tomado la mejor fotografía que jamás hubiese imaginado, pero no era una de las que le tomó a la joven, más bien fue la última foto.
En ella se veía a la hermosa mujer que se derretía de placer, contemplando a un confundido fotógrafo, que en una fracción de segundo había cambiado una expresión de total deseo carnal por un miedo despavorido, producto de un loco que estaba de espaldas con un cuchillo de cocina en la mano dispuesto a matarlo. Todo hubiese sido perfecto sino sería porque en la parte inferior de la foto, se notaban un par de ridículos zapatos blancos ansiosos por escapar de ese lugar.

VIVIR



Caminando por la calle, hoy me crucé con un niño que vendía chocolates. Cuanta inocencia en su rostro, sin lugar a dudas, ya que la inocencia es el más grande sinónimo de la niñez. Se me vinieron rápidamente algunos recuerdos de cuándo yo tenía su edad. Los juegos, los amigos, las salidas a comer helados. Rápidamente un jalón me regresó a la realidad, era el niño que me ofrecía sus productos. Después de darle todo el dinero que traía encima, caminé olvidando a donde iba, eso ya no importaba, lo único que tenía en mi mente era el dolor y la impotencia de tener que ver a un niño convertido en hombre, y en vez de estar jugando, tenía que vérselas con este maldito mundo para poder comer…para poder vivir.

SIN RUMBO PRECISO



No sé a donde voy,
y mucho menos porque voy.
Tal vez la muerte me encuentre mañana.
No tengo ninguna misión en el mundo,
y ahora la único que deseo es ya no seguir.

QUE MÁS DA SI SOY DE AQUÍ O SOY DE ALLÁ

Muchas situaciones y creencias nos son impuestas en la vida sin que nosotros podamos hacer nada por evitarlo.
Nuestros padres nos imponen la religión en la que ellos creen; yo no elegí ser bautizado en la iglesia católica cuando aún era un bebe que tenía por únicas preocupaciones comer, dormir y llorar.
La sociedad donde vivimos también nos impone algo, son las normas a las que nos debemos someter; como me mirarían las personas si un día decido salir desnudo por la calle, tengo la seguridad de que habría más de un infarto en alguna dama “recatada”, de esas que por desgracia todavía existen.
Pero hay algo que nos impone el destino al momento de nacer, es el hecho de pertenecer a un país.

Y es que esta primera imposición en nuestra vida nos marca para siempre. Porque uno no elige el lugar donde nace, algunas veces muchos pueden decidir tener una nacionalidad diferente a la que le impuso el destino, pero siempre queda esa marca del país de origen, sino preguntemos a los europeos que nos miran como bichos raros cuando decimos que somos peruanos, como si el hecho de pertenecer a algún país te menospreciara y te convertiría en un ser inferior.

Si hay una de las pocas cosas claras que tengo en la vida, es el hecho de no sentirme identificado con el país donde nací, y es que para mí da igual ser peruano, chino o finlandés, si al final todos somos seres humanos.
Para lo único que sirven las fronteras, es para crear cada vez más diferencias económicas y culturales en las personas, y para que algunos gobernantes con ambición de poder busquen beneficios para sus propias naciones, desplazando a las demás.

Yo no me puedo sentir identificado con este país, si desde que somos niños nos enseñan a rendir culto a unos héroes que perdieron absolutamente todo; gran frase del Coronel Bolognesi “lucharé hasta quemar el último cartucho”, pero si ¿esa no era su misión en la guerra?, gastar todas las municiones que tuviera para defender un pedazo de tierra que no a mi no me sirve para nada; que más les quedaba a nuestros historiadores que retocar nuestra pobre y perdedora historia, al punto de engrandecer a estos señores cuyos nombres quedan grabados en muchas calles de nuestras ciudades.

Ya que hablamos de historia, que más da si los chilenos nos invadieron y llegaron hasta Cajamarca, que más da si se quieren apropiar del origen del pisco, que más da si hasta se quieren llevar los derechos del suspiro a la limeña.
Por qué nosotros seguimos encarnizando ese odio endemoniado a nuestro vecino país, mientras ellos se dedican a llevarnos cada vez más años en educación y cultura.

Esto para algunos me hace menos peruano, por no defender lo que es nuestro; como si esto del pisco nos hubiese interesado hace unos años, antes de que un inefable cantante diga que el pisco es chileno; esta frase fue la que derramó el vaso para seguir alimentando nuestra rivalidad con nuestro vecino país y lanzar una protesta general, llevada al consumo masivo del pisco peruano; ¡y es que el pisco es peruano señores!, a mi no me interesa en lo más mínimo, mientras pueda disfrutar de este licor exactamente como me gusta.

Yo sostengo que uno se debe identificar con su país sólo cuando este juega las eliminatorias para el mundial, aunque a nosotros nos vaya cada vez peor en el fútbol; y es que es casi delirante gritar apoyando a la selección, en un acto que ronda por lo masoquista, ya que al final jugamos como nunca pero igual perdemos.

Utópicamente ahora me imagino a todos los seres viviendo sin fronteras y sin países por los cuales dar la vida, sin pasaportes ni visas que nos digan de donde somos y a donde vamos, sin importar donde nací, y sin que importen los nacionalismos inútiles, que lo único que generan es un resentimiento social cada vez mayor.

Por que las personas no valen por cuanto dinero tienen, aunque así nos lo hayan hecho creer, tampoco valen por el apellido que tengan o por el barrio en el que vivan, mucho menos valen por el lugar en el que nacieron, que más da si alguien nació en Argentina, en Rusia, en Perú, o en cualquier otro lugar de este hermoso planeta.
Las personas valen por lo que son, por sus sentimientos y sus propios valores, valen por si son honestos consigo mismos y con los demás, valen por sí en lugar de estar pensando odiar a los demás por ser de otro país piensan en ayudar a los que lo necesiten, por si en lugar de sentirse orgullosos por tener el origen de un determinado licor se sienten orgullosos de ser cada día mejores personas. Es por eso que hoy decido no tener patria.

INICIO DE MES...no otra vez

Viernes 1 de junio, día nublado que opaca el bello cielo azul cajamarquino. No tenía ganas de hacer gran cosa, tal vez intuyendo lo que me iba a pasar. A pesar de querer estar en mi cama mirando la TV tenía que realizar una gestión en el banco.
Comienzo de mes y como es lógico todo el mundo estaba en el banco, y todo el mundo también quería salir de él lo más rápido posible. La única opción que tenía era lidiar con la interminable y cada vez más interminable cola.
Por fin, después de 10 minutos de espera, me acercaba a la maquinita que suministra los tickets de atención, pero eso no era todo, luego a esperar más tiempo para ser atendido… Pues bien, cuando me disponía a sacar el bendito papel que me acerque a la ventanilla, cual flecha se me atraviesa un sujeto, interponiéndose entre el inminente encuentro entre esa maldita máquina y yo.
Pensé que el señor no se había dado cuenta de que atrás mío había una gran cantidad de gente, tratando de hacer lo mismo que él iba a hacer, y traté de explicarle que se tenía que ubicar atrás de la última persona que se encontraba en la cola, para después de mucha paciencia y también un poquito de buen humor esperar gallardamente para realizar esta actividad.
Su respuesta fue una mezcla de ironía y desparpajo: “Sabes que compadrito, yo he estado haciendo cola hace rato”, simplemente me dejó perplejo la facilidad con que la soltó, como si hubiese estado preparado hace siglos para decirla.
O yo estaba loco, o es que otra vez me había cruzado con uno de estos “vivazos” que tienen la capacidad de sacarnos de nuestras casillas al extremo de querer sacarles la cabeza.
Me llené de frustración y rabia en 2 segundos, sabiendo que tenía que hacer algo, no por que haya querido ser atendido antes que él, sino por el hecho del respeto a los demás, ya que no es justo que uno tenga que aguantar un buen rato esperando, y llegue un hijo de nadie y a la primera oportunidad se “zampe”, como criollamente se conoce a esta actitud tan peruana, en la cola.
Pues bien, yo ya estaba hecho un demonio y le proferí un discurso sobre el respeto a los demás. Por cierto, no escuché a ninguno de los demás decir nada, tal vez porque ya se volvió una rutina que otros se metan en la cola sin interesarles el resto.
Simplemente imperturbable, al espécimen que tenía al costado no le interesó ni una palabra de lo que yo decía, lo único que le interesaba era escapar lo antes posible de ese banco para no tener que aguantar a este imbécil que todavía cree en esas “huevadas”.
Después de varios intentos, salió el ticket y el sujeto se fue de lo más normal a esperar que en la pantalla aparezca su número, mientras yo me tuve que tragar toda mi frustración, y seguir como si nada hubiese sucedido.
Cuando trataba de olvidar lo sucedido, se me acercó un señor que había estado observando la situación, y se puso a decirme que yo tenía la razón, que no era justo que el tipo este se haya metido en la cola y cosas de ese tipo. En ese momento yo no sabía si quería golpear al que se había metido en la cola o si quería golpear al sujeto que tenía al costado, la razón, muy simple, su conformismo. Por qué, si el pensaba lo mismo que yo, no se lo dijo, porque no protestó, porque no trató de defender su derecho.
Lo que le dije es que este país, o sea nuestro querido Perú se jode cada día más por personas como él…por personas que no protestan por lo que les parece justo, por personas que sienten que pisotean sus derechos y sin embargo no hacen nada para defenderse, y por personas que se creen los vivos, esos que buscan cualquier oportunidad para sacar algún provecho personal, sin importarles el resto.