Corren los noventas y por la tele lo único que se escucha es que capturaron a Abimael. Y como siempre nosotros, con esas ansias de superación tan características en nosotros… ¿que quienes somos nosotros?, pues nosotros somos los que nos cansamos de ver en la tele a Abigail y sólo queremos pasar el tiempo viéndola a ella.
No sé bien si ella también se cansó de ver a Ismael, que dale y dale con levantar el brazo y gritar huevadas que francamente nosotros no entendemos, digo esto por que la vemos frente a la casa y a los diez minutos ya no está…la verdad cómo que nos deja con el amor a medias, que digo a medias, nos deja con el amor recién empezadito, igualito a la primera lamidita de helado de chocolate, y cuando estamos para darle una lamida más rica, más grande, más babosa…la huevona entra y se pierde por un huevo de rato dejando que nuestros helados se derritan.
Ninguno de nosotros sabe su nombre, lo único que sabemos es que estudia en el colegio donde estudian las niñas más adineradas de la ciudad, esas que joden a las chicas del colegio nacional haciéndoles creer (y creyéndolo ellas también) que son rucas. La verdad es que a nosotros nos gustan más las chicas del colegio nacional, son más como nosotros, no les jode todo y no están tratando de estar en la plaza con los fuckin pitucos.
Pero bueno, mucho no me quiero desviar del tema central. Ella es la niña más bonita del barrio, de la ciudad, no sé si de todo el Perú, porque la hermana del gordo Vaca está mucho más rica. Gerardo dice que el sábado pasado le cogió las tetas y que ella sólo le preguntó si le gustaban sus tetas y hasta se las enseñó. Yo no le creo mucho a Gerardo, que también dice que ya se ha tirado a su empleada, pero igual estoy esperando que sea sábado para jugar en la casa del gordo a ver si encuentro a su hermana por ahí y me deja conocer el mundo real también a mi.
Estamos sentados al frente de su casa tratando de adivinar su nombre.
- Yo apuesto 1 lata de chela a que se llama Valeria – dice el negro Juan que le anda robando los cigarros a su viejo para enseñarnos a fumar y vernos más interesantes en las matinés.
- Va la …- yo iba a decir la apuesta pero el rugido amazónico de una moto me calló y me dejó con una cara de huevón igualita a la que pone mi hermano cuando ve pornos encerrado en su cuarto.
Es el hijo de puta del gringo Valle que está tocando su puerta, que hace ese maricón por acá…ella lo está besando, que ricura, que vestido…que bien le queda, como se forma su cintura. Gringo hijo de puta saca esa mano de ahí, no ves que ella es nuestra…la moto acciona ese rugido conquistador y emprenden la marcha a toda velocidad, ¿a donde van?...ni siquiera lo queremos imaginar.
Se acaba el día, el sol se oculta y, ahora sí, nuestro helado de chocolate no sólo se derrite sino que se cae al suelo y es pisoteado por una moto negra.
Totalmente desilusionado voy a mi cuarto, prendo mi tele y veo que sigue el maricón este, el barbón de mierda que no me acuerdo como se llama, ah sí…Manuel Guzmán, o algo así. Apago la TV y me pongo a pensar en ella. Tal vez el negro tenga razón y se llame Valeria, me imagino que Valeria es mía y que vamos en la moto del gringo de mierda ese…y cuando llegamos a nuestro destino, yo sólo le quiero tocar las tetas, que son muchísimo más ricas que las tetitas de la hermana del gordo…y es que hoy estoy solito en mi habitación… aprendiendo a tener acción!!!
No sé bien si ella también se cansó de ver a Ismael, que dale y dale con levantar el brazo y gritar huevadas que francamente nosotros no entendemos, digo esto por que la vemos frente a la casa y a los diez minutos ya no está…la verdad cómo que nos deja con el amor a medias, que digo a medias, nos deja con el amor recién empezadito, igualito a la primera lamidita de helado de chocolate, y cuando estamos para darle una lamida más rica, más grande, más babosa…la huevona entra y se pierde por un huevo de rato dejando que nuestros helados se derritan.
Ninguno de nosotros sabe su nombre, lo único que sabemos es que estudia en el colegio donde estudian las niñas más adineradas de la ciudad, esas que joden a las chicas del colegio nacional haciéndoles creer (y creyéndolo ellas también) que son rucas. La verdad es que a nosotros nos gustan más las chicas del colegio nacional, son más como nosotros, no les jode todo y no están tratando de estar en la plaza con los fuckin pitucos.
Pero bueno, mucho no me quiero desviar del tema central. Ella es la niña más bonita del barrio, de la ciudad, no sé si de todo el Perú, porque la hermana del gordo Vaca está mucho más rica. Gerardo dice que el sábado pasado le cogió las tetas y que ella sólo le preguntó si le gustaban sus tetas y hasta se las enseñó. Yo no le creo mucho a Gerardo, que también dice que ya se ha tirado a su empleada, pero igual estoy esperando que sea sábado para jugar en la casa del gordo a ver si encuentro a su hermana por ahí y me deja conocer el mundo real también a mi.
Estamos sentados al frente de su casa tratando de adivinar su nombre.
- Yo apuesto 1 lata de chela a que se llama Valeria – dice el negro Juan que le anda robando los cigarros a su viejo para enseñarnos a fumar y vernos más interesantes en las matinés.
- Va la …- yo iba a decir la apuesta pero el rugido amazónico de una moto me calló y me dejó con una cara de huevón igualita a la que pone mi hermano cuando ve pornos encerrado en su cuarto.
Es el hijo de puta del gringo Valle que está tocando su puerta, que hace ese maricón por acá…ella lo está besando, que ricura, que vestido…que bien le queda, como se forma su cintura. Gringo hijo de puta saca esa mano de ahí, no ves que ella es nuestra…la moto acciona ese rugido conquistador y emprenden la marcha a toda velocidad, ¿a donde van?...ni siquiera lo queremos imaginar.
Se acaba el día, el sol se oculta y, ahora sí, nuestro helado de chocolate no sólo se derrite sino que se cae al suelo y es pisoteado por una moto negra.
Totalmente desilusionado voy a mi cuarto, prendo mi tele y veo que sigue el maricón este, el barbón de mierda que no me acuerdo como se llama, ah sí…Manuel Guzmán, o algo así. Apago la TV y me pongo a pensar en ella. Tal vez el negro tenga razón y se llame Valeria, me imagino que Valeria es mía y que vamos en la moto del gringo de mierda ese…y cuando llegamos a nuestro destino, yo sólo le quiero tocar las tetas, que son muchísimo más ricas que las tetitas de la hermana del gordo…y es que hoy estoy solito en mi habitación… aprendiendo a tener acción!!!
Para ti que te da flojera tener que buscar o tener que leerte las demás entradas, te linkeo la entrada: http://pobrehuevon.blogspot.com/2007/06/13-aos.html (como todo en la vida, lo que empieza tiene que continuar)
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