UTOPÍA 1: Ver a Perú en un mundial, así nos goleen y nos eliminen en primera ronda.
UTOPÍA 2: Que Charly García toque un acústico en el Next.
UTOPÍA 3: Ser asistente de González Iñárritu en su próxima película.
UTOPÍA 4: Ser fotógrafo de Playboy.
UTOPÍA 5: Vivir del libro que algún día escribiré.
UTOPÍA 6: Escribir un libro.
UTOPÍA 7: Que Vittorio Storaro sea mi profesor de dirección de fotografía
UTOPÍA 8: Poder generar suficiente dinero como para vivir viajando los próximos diez años.
UTOPÍA 9: Filmar “Domingo”.
UTOPÍA 10: Escribir el guión de “Domingo”.
UTOPÍA 11: Jugar una pichanga con Riquelme, y mentarle la madre por el gusto de ser tan buen jugador.
UTOPÍA 12: Retroceder el tiempo para no haber estudiado Sistemas.
UTOPÍA 13: Chupar con Bryce, hasta que nos orinen los perros.
UTOPÍA 14: Gritar un gol de Boca, en la misma bombonera.
UTOPÍA 15: Aprenderme el número de mi celular.
UTOPÍA 16: Cantar una cancioncita a dúo con Claudio Valenzuela, ¿sería mucho pedir que sea en viña?
UTOPÍA 17: Ser uno de los creativos de Leo Burnett.
UTOPÍA 18: Mentir y no sentirme como una basura.
UTOPÍA 19: Que el sentido de lo absurdo, tenga más de sentido que de absurdo.
UTOPÍA 20: No madurar nunca, y no preocuparme por el puto dinero.
UTOPÍA 21: Tener una cita con Paz Vega.
UTOPÍA 22: Tener diez mil discos originales, comprados a 5 lucas cada uno.
UTOPÍA 23: Transmitir mis emociones por el msn, y no tener que usar nunca un fuckin emoticon.
UTOPÍA 24: Entender el sentido de la vida.
UTOPÍA 25: Tener una misión y una visión.
Y es que soñar no cuesta nada, lo que cuesta es despertarse y darse cuenta de la puta realidad.
- JORGE TEJADA
- Estudiante de Comunicaciones y casi Ingeniero de Sistemas. Los placeres que me producen orgasmos son: la música, la lectura, y la fotografía. Declarado hace varios años como un aspirante a NADA.
miércoles, 23 de abril de 2008
ELLOS
Ellos se vieron por primera vez una mañana de febrero. Ella como siempre caminaba coqueteando al viento. Él como siempre caminaba despistado, hasta que la vio.
Ellos se conocieron una noche de abril. Ella como siempre andaba buscando al amor de su vida, que ocasionalmente encontraba en alguna fiesta. Él como siempre no andaba buscando nada.
Ellos se fueron conociendo realmente durante tres meses. Ella andaba preguntándose porque la vida había cambiado de azul a amarilla. Él andaba preguntándose porque con ella se sentía como en un mundo irreal, sobre todo cuándo caía la noche.
Ellos fueron conversando sin saber que sería lo más riesgoso que estaban haciendo. Ella como siempre, preguntaba. Él se sentía libre, con ella realmente podía ser él, podía hablar, ella siempre le preguntaba, no era como las demás que sólo escuchaban.
Ellos caminaron por el mismo camino. Ella cada día ilusionándose más. Él con más miedo que nunca de dejarla algún día.
Ellos dejaron de verse un día. Ella se fue lejos, como siempre nunca arriesgó más de lo que creyó debía arriesgar. Él como siempre sabiendo que algún día eso tenía que suceder.
Ellos buscaron. Ella como siempre buscando al amor de su vida. Él como siempre preguntándose porque nunca entendió el amor.
Ellos se conocieron una noche de abril. Ella como siempre andaba buscando al amor de su vida, que ocasionalmente encontraba en alguna fiesta. Él como siempre no andaba buscando nada.
Ellos se fueron conociendo realmente durante tres meses. Ella andaba preguntándose porque la vida había cambiado de azul a amarilla. Él andaba preguntándose porque con ella se sentía como en un mundo irreal, sobre todo cuándo caía la noche.
Ellos fueron conversando sin saber que sería lo más riesgoso que estaban haciendo. Ella como siempre, preguntaba. Él se sentía libre, con ella realmente podía ser él, podía hablar, ella siempre le preguntaba, no era como las demás que sólo escuchaban.
Ellos caminaron por el mismo camino. Ella cada día ilusionándose más. Él con más miedo que nunca de dejarla algún día.
Ellos dejaron de verse un día. Ella se fue lejos, como siempre nunca arriesgó más de lo que creyó debía arriesgar. Él como siempre sabiendo que algún día eso tenía que suceder.
Ellos buscaron. Ella como siempre buscando al amor de su vida. Él como siempre preguntándose porque nunca entendió el amor.
domingo, 13 de abril de 2008
ABRIL ROJO
Abril es el mes que más me gustaba cuándo chico. En realidad, me fascinaba este mes. Mi cumple y los regalos, también empezar las clases y estar con el Alejo, el colo, y el loco pensando sólo en jugar, hacían de este mes algo realmente mágico.
Pero ahora que llevo en mi frente, pero no sé si en mi vida, la marca de los 26 años, este inicio de abril ha sido digno de borrarse de mi calendario de sueños y frustraciones. Aquí una pequeña lista de los sucesos que me pasaron en una semana, y me arrastraron hasta mi cuarto con la única finalidad de levantarme a las 3 de la mañana para hacerme pensar, y algunas veces botar unas cuantas lágrimas sabor a frustración que de vez en cuando suelo reciclar en la oscuridad de la soledad.
Puesto 5: Tomar conciencia que 26 me acerca cada vez más a 30.
ABRIL de 1988 o 1989:
- ¿De quién es cumple mañana? Que emoción al escuchar esta pregunta. A mis 6 o 7 años sumado al ¿Qué quieres que te regale? hacían de mí el gordito más feliz del mundo, al menos por un día.
ABRIL del 2008:
- ¿De quién es cumple mañana?
- De quién chucha será, pero ojala mío no sea, si yo con 25 ya estoy lo suficientemente deprimido como para darme cuenta de que no la estoy haciendo.
- ¿Qué quieres que te regale?
- Haber, déjame pensar. Regálame un par de parches para mi pantalón negro, ese que tanto te jode que use, ese pantalón tan viejo y descuidado (un poco como yo) para ver si de una vez parcho todo lo que nos jode y puedo hacerla de una vez.
Puesto 4: Reconocimientos con un poquito de sabor a nada
De qué sirve que reconozcan públicamente que soy uno de los más chancones de la facultad, si siento que no estoy haciendo lo que quiero, si siento que cada vez me alejo más y más de tocar una cámara, si siento que quiero romper ese “trofeo”, que me presiona un poco, cada vez que lo veo.
Puesto 3: Terminar el “festejo” en el baño.
Es casi una tradición que un cumpleañero que quiera festejar un año más o, que simplemente se quiera autodestruir (al menos ese día) termine vomitando abrazado al baño y balbuceando “que mis amigos no se vayan”, “que compramos más pisco”, “que quédense un rato más carajo”, “que no me van a dejar solo y triste y borracho”. Al final se van, y yo no puedo más, casi ni siquiera caminar…como me jode no estar totalmente inconciente ese puto día y despertarme el 3 para no escuchar el feliz cumpleaños de la poca gente que se acordó de mí.
Puesto 2: La llamada del día siguiente.
-¿Aló?
- Hola mi cholo, ¿Cómo estás?
- Aquí tranqui, y tú.
- Puta madre, feliz cumple aunque tarde. Yo pensaba que tu cumple era mañana todavía.
- Ya cholito, no hay problema…
Puta madre Negro, mejor no me hubieses llamado y hubieses hecho como yo que no le tomo importancia al asunto, no lo hubieses hecho tan trascendental, porque al final es un día cualquiera. Pero lo que me jode realmente es saber que cada día nos alejamos ambos un poco más.
Puesto 1: 6 años no se reflejan en un cartón
Para terminar la semana recibí algo que nunca me imaginaba recibir: el bachillerato como Ingeniero. Después de haberlo recibido y esperando para juramentar que iba a llevar en alto el nombre de la U, pensaba en romper ese cartón que no tenía ningún significado para mí. Un par de lágrimas rodaron por mi cara mientras decía: ¡Sí, juro!
Pero ahora que llevo en mi frente, pero no sé si en mi vida, la marca de los 26 años, este inicio de abril ha sido digno de borrarse de mi calendario de sueños y frustraciones. Aquí una pequeña lista de los sucesos que me pasaron en una semana, y me arrastraron hasta mi cuarto con la única finalidad de levantarme a las 3 de la mañana para hacerme pensar, y algunas veces botar unas cuantas lágrimas sabor a frustración que de vez en cuando suelo reciclar en la oscuridad de la soledad.
Puesto 5: Tomar conciencia que 26 me acerca cada vez más a 30.
ABRIL de 1988 o 1989:
- ¿De quién es cumple mañana? Que emoción al escuchar esta pregunta. A mis 6 o 7 años sumado al ¿Qué quieres que te regale? hacían de mí el gordito más feliz del mundo, al menos por un día.
ABRIL del 2008:
- ¿De quién es cumple mañana?
- De quién chucha será, pero ojala mío no sea, si yo con 25 ya estoy lo suficientemente deprimido como para darme cuenta de que no la estoy haciendo.
- ¿Qué quieres que te regale?
- Haber, déjame pensar. Regálame un par de parches para mi pantalón negro, ese que tanto te jode que use, ese pantalón tan viejo y descuidado (un poco como yo) para ver si de una vez parcho todo lo que nos jode y puedo hacerla de una vez.
Puesto 4: Reconocimientos con un poquito de sabor a nada
De qué sirve que reconozcan públicamente que soy uno de los más chancones de la facultad, si siento que no estoy haciendo lo que quiero, si siento que cada vez me alejo más y más de tocar una cámara, si siento que quiero romper ese “trofeo”, que me presiona un poco, cada vez que lo veo.
Puesto 3: Terminar el “festejo” en el baño.
Es casi una tradición que un cumpleañero que quiera festejar un año más o, que simplemente se quiera autodestruir (al menos ese día) termine vomitando abrazado al baño y balbuceando “que mis amigos no se vayan”, “que compramos más pisco”, “que quédense un rato más carajo”, “que no me van a dejar solo y triste y borracho”. Al final se van, y yo no puedo más, casi ni siquiera caminar…como me jode no estar totalmente inconciente ese puto día y despertarme el 3 para no escuchar el feliz cumpleaños de la poca gente que se acordó de mí.
Puesto 2: La llamada del día siguiente.
-¿Aló?
- Hola mi cholo, ¿Cómo estás?
- Aquí tranqui, y tú.
- Puta madre, feliz cumple aunque tarde. Yo pensaba que tu cumple era mañana todavía.
- Ya cholito, no hay problema…
Puta madre Negro, mejor no me hubieses llamado y hubieses hecho como yo que no le tomo importancia al asunto, no lo hubieses hecho tan trascendental, porque al final es un día cualquiera. Pero lo que me jode realmente es saber que cada día nos alejamos ambos un poco más.
Puesto 1: 6 años no se reflejan en un cartón
Para terminar la semana recibí algo que nunca me imaginaba recibir: el bachillerato como Ingeniero. Después de haberlo recibido y esperando para juramentar que iba a llevar en alto el nombre de la U, pensaba en romper ese cartón que no tenía ningún significado para mí. Un par de lágrimas rodaron por mi cara mientras decía: ¡Sí, juro!
viernes, 11 de abril de 2008
EL SENTIDO DE LO ABSURDO
"A veces sueño que escribo,
y a veces (como hoy) escribo lo que sueño"
***
Sólo los muertos han dejado de SER... ¿y también de ESTAR?
***
Las fotos en realidad me sacan de la tentación del Solipsismo...
o es que ¿cada vez me llevan más dentro de él?
***
Programaciones rítmicas que taladran mi cerebro,
me llevan a distorsionarte en la realidad.
me llevan a distorsionarte en la realidad.
***
Miénteme sólo una vez más...para ser FELIZ!!!
***
Pregunta: ¿Hay tanta magia que realmente parece que han dormido juntos?
Respuesta: Sí...o es que tal vez inventamos el momento para ser felices.
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